
"Es mi vida y yo la vivo a mi manera".
Muchas veces hemos escuchado esta frase en los labios de algún presuntuoso. Y digo presuntuoso porque esta persona olvida que también forma de una número maquinaria que, partiendo de la más pequeña célula de convivencia que es la familia, que a su vez también es una mínima fracción del universo entero.
¿Cómo entonces voltear la espalda a lo que piensan y sienten las demás personas?
Sin ir muy lejos, situémonos en un pequeñito lugar que es la familia, luego avancemos hacia nuestros vecinos de derecha e izquierda y los de enfrente, sigamos avanzando y pensemos en las calles de nuestro distrito, de nuestra ciudad, e imaginariamente todo nuestro país. ¿Qué encontramos? ¿Hay un lugarcito para la cortesía, el respeto, el buen tarto, la relación cordial?
Si queremos ser honestos, tendremos que admitir que todos esos saludables valores se encuentran hoy deteriorados, a punto de colapsar. Y es que hemos olvidado la urgencia de establecer un clima cordial para una pacífica convivencia.
El respeto ha perdido importancia, las personas que nos rodean se han convertido en pequeños títeres que quisiéramos mover como se nos dé la gana y, al no poderlo hacer, las ignoramos. No existen. ¿Cómo entonces queremos obtener un estado de paz y equilibrio si no somos capaces de generar confianza, si unos a otros nos miramos como si fuéramos enemigos escondidos?
Cuando se pierde la confianza se produce lo que es el miedo, la sospecha, la incertidumbre. Encontramos en cada palabra un sentido oculto, en cada acción un arma de doble filo, estamos, como cazadores, al acecho del próximo acontecimiento.
Afortunadamente nuestra naturaleza humana tiene recursos propios que producen una inmensa riqueza. Ellos están dormidos en lo más profundo de cada conciencia y allí donde debemos buscarlos para alimentarlos con ellos, para recuperar nuestra fe, para limpiar nuestra mirada, para redoblar nuestras fuerzas en la búsqueda de la felicidad y la paz.
Paola Flores V.
Las personas presuntuosas son aquellas que piensas en su propio bienestar, en que todo les salga perfecto, sin importar dañar a otra persona,sea amigo o familia.Son personas que tiene el autoestima bajo,generalmente,en su niñez muchas veces no les demostraron seguridad.
ResponderEliminarEl Perú esta lleno presuntuosos.Si esas personas demostráran un poco de respeto y amor hacía ellos mismos,El Perú seria otro,un Perú mejor,un Perú respetuoso.
No solo en el Perú se encuentran personas presuntuosas,sino a nivel mundial,por eso debemos pensar y ayudar a cambiar a esas personas como más podamos, generalmente en los valores y conocimientos que necesitan.
Para poder ayudar a esas personas primero debemos cambiar nosotras siendo más respetuosas, queriendonos y valorandonos.
Susana A. Carranza Escalaya